jueves, 1 de agosto de 2013

Magdalenas de vainilla :)

Hoy estrenamos mes de agosto, un mes en el que cumpliré unas cuantas primaveras, treinta y ocho, para ser exactos. Y primaveral y dulce quería ser esta entrada. Después de unos días de luto en los que vivimos consternados, con mucho dolor y siempre con nuestro pensamiento puesto en las familias afectadas por el trágico accidente ferroviario, poco a poco volveremos a la normalidad a pesar de la dificultad que eso pueda suponer. Aunque olvidar, eso nunca lo haremos. 


Estas magdalenas de vainilla son un dulce sencillo, tierno, esponjoso, que nos hará muy agradable un rico desayuno o bien una merienda junto a una buena taza de café o lo que más os apetezca. El día en que decidí preparar este postre tradicional hacía bastante calor como para encender el horno, pero no pude resistirme a esta receta de la maravillosa Mary por todos nosotros conocida y admirada. Gracias guapísima :)


Los ingredientes de esta receta son muy fáciles de recordar ya que se trata de poner el mismo peso de harina de repostería, azúcar, huevos y mantequilla derretida (250 gr.), una pizca de sal, dos cucharaditas de levadura y dos de vainilla líquida.

Preparación:
  • Primero, batimos los huevos, el azúcar y la sal unos diez minutos.
  • Sin dejar de batir, añadimos la vainilla poco a poco.
  • A continuación, incorporamos lentamente la harina y la levadura tamizada a mano con movimientos envolventes.
  • Toca el turno de la mantequilla derretida sin mezclar mucho.
  • Rellenamos los moldes para las magdalenas y espolvoreamos con azúcar la superficie.
  • Introducimos en el horno precalentado a 200º, bajando diez grados la temperatura. En cuanto estén doradas, las retiramos y las dejamos enfriar en una rejilla.

Y hoy me despido así:

Conjugaciones de Mario Benedetti.

5 (después)
El futuro no es
una página en blanco
es una fe
de erratas.

8 (previsión)
De vez en cuando es bueno
ser consciente
de que hoy
de que ahora
estamos fabricando
las nostalgias
que descongelarán
algún futuro.

9 (plurales)
Hay
ayeres 
y mañanas
pero no hay 
hoyes.

Os deseo a todos un mes de agosto feliz. Biquiños mil, 

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