Así, literal :) Mi horno dijo adiós hace unos diez días. Bye, bye, compañero! Ya llevaba un par de semanas avisando: tras unas galletas con forma de hoja para los peques que no pude enseñaros, unas galletas de lacasitos que no salieron como siempre, el estreno de un molde Nordic Ware con un bizcocho relleno de fruta escarchada que tuve que tirar a la basura... En fin, estaba visto que tenía que pasar y pasó.
Mientras tanto, las celebraciones del cumple de mi hijo me tuvieron liada y no pude ponerme en serio en la búsqueda de un nuevo horno. Ahora que estoy en ello, ¡necesito casi un master! :)))) Cierto es que, como he leído, España es un país eminentemente gastronómico y un buen horno puede sacar el cocinero que uno lleva dentro y...¡yo necesito un horno así! jajajaja....
Ahora ya estamos manos a la obra y mi primer paso ha sido leer un artículo de la revista Ocu Compra maestra que mi tío me ha prestado. He alucinado: análisis de 15 hornos encastrables, 12 de ellos con convencción y 8 con grill. He descubierto que modelos de marcas conocidas se calientan demasiado por fuera y suspenden en seguridad. Estamos teniendo en cuenta las distintas funciones que ofrecen los hornos: convencción, calor inferior con convección (ideal para pizzas), grill + convección, pirolítico, precalientamiento rápido y programador. Por supuesto, el resultado de un horno depende también de la temperatura, los resultados de cocción, facilidad de uso, el consumo de energía y la seguridad. Sin lugar a dudas, en los tiempos que corren, el precio también es un factor muy importante.
Y, diréis, ¡menudo rollo que nos estás soltando, Vero! jajaja... y con toda la razón. Ya os contaré nuestra decisión, pero de buena gana acepto opiniones. De todos modos, sin receta bajo el brazo (espero que me perdonéis), no podía dejar de venir por la blogosfera para desearos a todos y todas unas muy felices fiestas y daros millones de gracias por estar siempre tan presentes.
¡Hasta pronto! Un abrazo y biquiños mil,