Si algo me relaja es preparar galletas. Sé que puede sonar muy "friki" como me han dicho alguna que otra vez, pero es que es verdad, y no me da vergüenza decirlo :) Este verano he encendido muy poco el horno, pero la semana pasada encontré el momento ideal para preparar estas galletas y lo disfruté un montón.
Hace dos meses aproximadamente que mi compañera Milia y su marido vinieron a visitarnos por tierras lucenses. Lo pasamos muy bien juntos y no venían vacíos sino que, junto a un montón de ganas de compartir buenos ratos juntos, traían para mi familia una variedad espectacular de harinas diferentes que a las que hemos ido dando uso en estas últimas semanas ¡Gracias, amiga!
La harina de Kamut era una total desconocida para mi. He de reconocer que últimamente mi objetivo es disminuir el gluten en la dieta familiar y, si bien este cereal lo contiene ya que es la variedad más antigua de trigo que se conoce, parece ser más fácilmente digerible que el trigo común. Lo que sí se reconoce es su mayor valor nutritivo y un sabor dulce más pronunciado.
La receta es tan sencilla que no os costará poneros manos a la obra.
Ingredientes:
- Un huevo tamaño M-L.
- 250 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
- 150 gr. de azúcar moreno integral.
- 400 gr. de harina de kamut.
- Una cucharadita de canela.
Preparación:
- Comenzaremos batiendo la mantequilla con el azúcar.
- A continuación, incorporamos el huevo y la cucharadita de canela y seguimos batiendo hasta integrar.
- Luego, toca añadir la harina de kamut poco a poco hasta formar una masa que podamos manejar sin que se nos pegue. Como muy bien me comentó otra estupenda compañera, Ruth, esta harina es menos elástica al no tener tanto gluten. Con todo, la masa se puede trabajar sin problema. La dejaremos en la nevera durante al menos media hora.
- Pasado ese tiempo, estiramos la masa sobre la encimera con el rodillo. He usado el grosor de 6 mm. Con los cortadores que vayamos a utilizar, con paciencia damos forma a las galletas que iremos pasando a una bandeja de horno forrada con papel de horno.
- Hornearemos a 200º durante 12-15 minutos, dependiendo del tamaño de las galletas. Nuestros cortadores eran muy pequeños, así que con 11 minutos tuvimos suficiente.
- Para terminar, una vez sacadas del horno, las dejamos enfriar sobre una rejilla antes de disfrutar.
A veces, los regalos que unx recibe conectan nuevamente en forma de regalo con otrxs amigxs con los que también compartes momentos agradables que siempre quedan en el recuerdo. Si una cosa he aprendido en los últimos años es que se pueden tejer nuevas redes de amistad que llegan lejos sin más interés que el de estar simplemente juntxs. Sin juicios, sin prejuicios, desprendiéndonos. La vida es más simple de lo que a veces nos empeñamos en verla y hacerla. Y ésto mismo ha pasado con estas sencillas galletas, que las hemos compartido gustosamente y que espero queden en la memoria de aqullxs que las recibieron. Me quedo con ésto: con repartir y recibir dulzura.
Mil gracias a lxs que todavía sigáis visitándome por estos lares. Biquiños a montones,