El pasado viernes llovió, llovió y llovió. Y un día de lluvia en verano puede ser la perfecta excusa para preparar un rico y sencillo bizcocho con el sabor dulce y peculiar que aporta la harina de algarroba. Ya os hablé de ella aquí y aún tengo pendiente de preparar la "nocilla" de algarroba.
En esta ocasión, preparé el bizcocho en la panificadora porque encender el horno me daba auténtica pereza, pero la preparación es tan simple como la de un bizcocho de yogur.
La receta es la siguiente:
Ingredientes (utilizamos como medida el envase del yogur):
- Un yogur natural.
- Tres huevos grandes.
- Dos medidas de harina de algarroba.
- Un sobre de levadura química.
- Una medida de azúcar moreno o panela.
- Una medida de aceite de girasol.
Preparación:
- Simplemente empezamos mezclando todos los ingredientes. Recordamos haber tamizado la harina y la levadura previamente.
- Si usamos la panificadora, vertemos la mezcla en la cubeta sin las aspas, encendemos la panificadora y seleccionamos el programa de horneado y de tostado débil. Tiene una hora de duración. Terminado el programa, retiramos la cubeta y desmoldamos sobre una rejilla para enfriar.
- Si lo hacemos del modo tradicional, simplemente engrasamos y enharinamos el molde a usar, vertemos la masa e introducimos en el horno a 180º unos 35-40 minutos aproximadamente, teniendo en cuenta que cada horno es un mundo.
Espero que estéis disfrutando muchísimo del verano. La verdad es que nosotros no paramos y tengo el blog un poco alejado de los quehaceres diarios. Sin embargo, quiero seguir con mi compromiso de publicar una entrada cada semana. Pronto os enseñaré una de mis últimas galletas, la mar de simpáticas :))
Hasta entonces, ¡feliz semana para tod@s!
Biquiños veraniegos,