Me atrevería a decir que éste ha sido uno de los años en los que más cerezas hemos consumido en casa. Para ello hemos esperado casi al mes de junio, porque las cerezas suelen tener unos precios que se disparan bastante si los comparamos con los de otras frutas. Me atrevería a decir también que, gracias a su disfrute, el verano gana en dulzura y nuestra salud en beneficios :)
Pero, además, este año hemos pasado de comerlas así, tal cual, a convertirlas en protagonistas de alguno de nuestros postres más apetecibles. Y ésto es lo que os traigo hoy, un suave postre con cerezas que espero haga las delicias de quien lo pruebe :)
La receta la tenía guardada como oro en paño desde el verano pasado. Tomada del blog de Silvia, con pocos cambios ha quedado así:
Ingredientes:
- Una taza grande de cerezas.
- 50 ml. de agua.
- 100 gr. de azúcar.
- 200 ml. de nata para montar.
- 100 ml. de leche.
- Un sobre de gelatina en polvo.
- Si os apetece decorar el pastel podéis optar por sirope de chocolate, nata montada, caramelo...
Preparación:
- Empezamos lavando las cerezas y las deshuesamos. Hecho esto, las colocamos en una olla pequeña y vertemos el agua, el azúcar y la gelatina en polvo.
- Dejamos cocer la mezcla unos quince minutos aproximadamente, removiendo de vez en cuando. Pasado este tiempo, apartamos y dejamos reposar unos minutos.
- Ahora, trituramos la mezcla con la batidora y colamos.
- Aparte en un bol, mezclamos la nata y la leche y. a continuación, incorporamos la mezcla de las cerezas e integramos.
- Con la mezcla resultante rellenamos el molde o moldes que vayamos a utilizar.
- Finalmente, lo introducimos en el frigorífico donde lo dejaremos al menos unas cuatro horas antes de pasar a disfrutar del pastel.
¿Os ha gustado? Sencillo, fresquito y sin horno, en definitiva, un pastel de temporada :)
Espero veros la próxima semana y, mientras tanto, a seguir disfrutando del mes de julio como se merece.
Biquiños mil,