Hola, ¿cómo va la semana? Os cuento que la mamá del mejor amiguito de mi peque ha tenido a bien regalarnos una bolsa llena de estupendos kiwis que cultivan en su pueblo. No sabe cuánto se lo agradezco :) Son unos kiwis dulces y naturales que hacen las delicias de los zumos mañaneros y, como no, de ricos bizcochos.
El olor que desprende este bizcocho cuando se está haciendo en el horno es impresionante y os aseguro que despierta hasta al más dormido de los sentidos :)
Incluir piezas de fruta como ingrediente en un bizcocho es una de las mejores maneras que podemos utilizar para conseguir que aquellos que son más reacios a comer fruta, incluído los niños, puedan beneficiarse de la misma y disfrutar de un rico dulce al mismo tiempo. Fijaos, fijaos, si hasta se ven las pepitas :)
La receta es muy sencilla, como las que a mi me gustan. Esta vez, he utilizado un vaso como medida. Así quedó:
Ingredientes:
- 4 kiwis (no muy grandes).
- 4 huevos caseros.
- 2 vasos de harina.
- 1 vaso de azúcar.
- 1 vaso de aceite de girasol.
- 1/2 vaso de leche.
- 1 sobre de levadura.
Preparación:
- Primero, precalentamos el horno a 170º y engrasamos el molde a utilizar.
- Luego, pelamos y trituramos los kiwis.
- Empezamos batiendo los huevos y añadimos el azúcar. Una vez integrado, incorporamos la leche y el aceite.
- Ahora es el turno de los kiwis y poco a poco vamos añadiendo la harina y la levadura que previamente han sido tamizadas.
- Una vez todo mezclado, vertemos la masa en el molde que introduciremos en el horno durante unos 35-40 minutos, dependiendo del horno como siempre:)
- Una vez comprobado que el bizcocho está listo, lo dejamos enfriar en una rejiilla hasta desmoldar.
- Y listo! A disfrutar :)
Su interior es de un tono algo verdoso :) y, como no tengo abuelas, os aseguro que está de rechupete :) Éste lo preparé para la merienda de los peques y fue casi visto y no visto. Espero que os haya gustado :)
Feliz semana y mil biquiños,