Hola!!! Tras un fin de semana tranquilo, os muestro una receta muy sencilla. En la cocina, había pululando unas fresas que estaban a punto de estropearse. No sé qué pasa últimamente que parece que las tenemos aburridas y nos cuesta más acercarlas a la boca, incluido mi peque, que antes le encantaban. La verdad es que yo no puedo abusar lo que me gustaría de ellas ni de otras frutas tropicales porque a la mínima mi piel se resiente con las alergias. Pero claro, no estamos en disposición de tirar nada, así que preparar una simple mousse me pareció lo ideal. Y aquí teneis :)
Como fue todo un poco "sin pensar", no hay ingredientes exactos: eran más o menos unas siete u ocho fresas, un brik de nata de 200 ml, dos hojas de gelatina y tres cucharadas de azúcar (para mi gusto, necesitaba un poco más). Tras hidratar las hojas de gelatina, calenté la nata hasta casi hervir, a la que incorporé las fresas trituradas, la gelatina y las cucharadas de azúcar. Revolvemos bien y vertemos en los recipientes a usar y al frigorífico unas tres o cuatro horas. Las serví con un poco de nata montada y listo.
Pero os sigo contando, sin ánimo de aburriros :) que había preparado el día anterior un mini bizcocho de chocolate que no me quedó como hubiese querido para lo que pretendía hacer con él. Así que aproveché a partirlo a la mitad y comerme el copete mojado en un buen café ;) Mantuve la otra mitad en el molde, vertí la mousse por encima y me dispuse a enfriar todo en la nevera.
Resultado: otra forma de presentar una mousse, ¿qué os parece?
Pues aquí termina la historia de esas fresas a punto de estropearse :) Con la foto del corte, os deseo una muy feliz semana que empieza para todos!!!
Biquiños mil,